Con inmensa gratitud por la aportación humana y artística, Las colaboraciones comparte esta pena
transcribo un hermoso mensaje de Galería Amarte:
Con profunda tristeza recibimos la noticia sobre la ausencia física definitiva de la artista Kirsti Alopaeus. Querida Kirsti de la vida a colores y temperamento de rayo. Kirsti enredada en la luz del Caribe que la enamoró. Tan lejos de su Finlandia. Siempre sencilla, inteligente y brillante, con ese acento suyo característico. Kirsti mexicana.
La familia Amarte tuvo la dicha -desde hace varios años - de ser coleccionista del arte de Alopaeus, admiradores de esta güera que era un fuego en sí. De hecho, un emorme cuadro de esta artista y maga cuelga en el bar del Restaurnt "Pavo Real" y uno más en el lobby del hotel Amarte.
Finlandesa, era calor andante por los jardines cuando venía a visitarnos. Y cuando no venía, también. Su obra estuvo desde el primer día de la Galería.
Recordamos hoy sus pinturas, sus gallos futboleros, y esa multitud de mujeres morenas bajo el sol del mundo. Mujeres insumisas que fuman puro, beben en los bares, juegan cartas, y cargan loros en los hombros, en los sombreros, y en cada atrdecer. Ya fueran mujeres fumadoras, o vendedoras del mercado, a veces alegres a veces nostálgicas mirando las olas, las mujeres de Alopaeus son siempre de gran porte. Bien plantadas en el mundo. Son mujeres que saben, y no adivinan. Son mujeres con sabiduría de mar y de tiempo. Totales.
Las mujeres de Kirsti no necesitan a nadie. Se bastan y se viven en ellas mismas.
Hoy, al enterarnos de la muerte de Alopaeus, no queda más que lamentar esta pérdida para la humanidad.
Kirsti se va, sus mujeres permanecen.
Mujeres que quizás en estas fexhas abandonen sus cuadros por una noche y se amotinen por cientos sobre la arena, beban, comenten sus experiencias con Kirsti Alopaeus, de aquellos insomnios de los que nacieron, fumen entre palmeras y naranjas. Lloren. Busquen. Y, muy probablemente, bailen al ritmo de ayer en homenaje a su creadora de espléndida sonrisa. Tal vez, sí.
Pero seguramente al amanecer volverán sin zapatos a sus lienzos, a través de las centurias, a cantar eternidad.
Nuestro más sentido pésame a todas ellas.
Amén.
Galería Amarte
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