La Biblioteca Pública de la Casa
de la Cultura en Cancún, invita a los niños de 6 a 13 años de edad para asistir
a la Hora del Cuento el jueves 20 de Diciembre a las 5 de la tarde con el
cuento “La Ovejita Negra” de la autoría de Elizabeth Shaw de la editorial Fondo de Cultura Económica.
Como es costumbre la
bibliotecaria señora María Isabel Flota Medrano acompañada de la señora
Gerónima López Gómez nos adelanta: “Había un una vez un pastor que vivía muy
lejos en las montañas.
Tenía un perro ovejero llamado
Polo, que le ayudaba a cuidar a las ovejas.
Polo vigilaba a las ovejas
mientras el pastor tejía, sentado en una roca cubierta de musgo.
Tejía calcetas y bufandas y
suéteres y cobijas hechos de pura lana de oveja, y los vendía en el mercado de
mi pueblo.
Cuando el pastor notaba que una
oveja se alejaba demasiado del rebaño, sacaba un silbato de madera y daba un
chiflido, un chiflido corto.
Ésta era la señal para que Polo
corriera tras la oveja, la persiguiera y la llevara junto con las otras.
Polo se sentía muy importante en
esos momentos al atardecer, el pastor daba un chiflido largo con su silbato y
esto significaba que Polo tenía que reunir a las ovejas y hacerlas entrar al
corral.
El pastor las iba contando
mientras saltaban la cerca para asegurarse que todas estuvieran ahí.
Todas las ovejas eran blancas,
menos una, la ovejita negra.
Cuando Polo ladraba “Vuelta a la
derecha”, “Izquierda” o “Alto” todos hacían lo que se les ordenaba. Todas menos
una. La negrita a veces daba vuelta a la izquierda cuando debía dar vuelta a la
derecha, porque estaba pensando en otra cosa.
Esto a Polo no le gustaba nada.
-¡Esa oveja negra no me obedece!
-se quejaba Polo con el pastor-.
¡Y piensa demasiado!
Las ovejas no necesitan pensar.
¡Yo pienso por ellas!
La ovejita negra soñaba con ser
como las otras.
-Polo se da cuenta cuando me
equivoco porque soy negra – le dijo al pastor-.
¿No podrías tejerme una
chaquetita blanca, así no llamaría tanto la atención?
-No, claro que no –contestó el
pastor-, tú eres una ovejita muy especial.
Cuando las estoy contando
mientras entran al coral me da mucho sueño pero siempre me despierta mi ovejita
negra cuando salta la cerca, sobre todo cuando se tropieza.
Sin embargo, a Polo le gustaba el
orden y la disciplina en el rebaño.
-¡Espera y vas a ver! –le decía
entre gruñido a la oveja negra-. Yo me encargo de que te vendan después de la
trasquila.
¿Entonces sí vamos a tener un
rebaño bien ordeñado.
¿Les gustaría saber que aventuras
le aguardan a la ovejita negra?
Asistan este jueves a la hora del
cuento y descúbrelo. La entrada es gratis.
Secretaría de Cultura/Casa de la Cultura de Cancún/Boletín de Prensa 20 de diciembre 2012
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